Una inversión superior a $2.000 millones contribuyó a optimizar los servicios de la ese municipal en 2025.
Con el propósito de fortalecer la prestación de los servicios de salud, la ESE Municipal adelantó durante este año un proceso de renovación que incluyó la compra de equipos médicos, mobiliario y herramientas tecnológicas para la red pública del municipio.
En total, se adquirieron 530 equipos y dispositivos biomédicos, entre ellos centrífugas, neveras y bombas de infusión, que fueron distribuidos en 16 centros de salud y en los Equipos de Atención Básica. La inversión alcanzó los $1.363 millones y permitió reforzar las áreas de laboratorio clínico, diagnóstico, urgencias, consulta externa y vacunación.
De igual manera, la entidad destinó $408 millones a la compra de 402 unidades de equipamiento, mobiliario y equipos industriales para servicios como vacunación, enfermería, consultorios y salas de espera. Esta dotación incluyó sillas, camillas, neveras, televisores, aires acondicionados, escritorios, colchones y unidades portátiles, lo que facilita la atención tanto en zonas urbanas como rurales, así como en jornadas de salud en los barrios.
También para una prestación de servicio óptimo, se realizó una inversión de $274 millones en 95 equipos de cómputo que fueron destinados de la siguiente manera: 48 para el área administrativa y 47 para los procesos asistenciales en centros de salud, cada uno con sus respectivas licencias de software, que representaron una inversión adicional de $103 millones.
Estas acciones fortalecieron la capacidad de respuesta de la red de servicios de la ESE, mejoraron la calidad en la atención y ampliaron el acceso a la salud. Entre los avances se destaca la apertura del servicio de odontología en el CEMI y la ampliación de los días de vacunación en varios sectores del municipio, como Porvenir, Reliquia, Doce de Octubre, Kirpas, Nohora, Cuncia y Comuneros.
Asimismo, se extendieron los días de toma de muestras en centros como Reliquia y Santa Teresa, se implementaron pruebas rápidas para VIH, sífilis y hepatitis, y se puso en marcha un nuevo modelo de demanda inducida orientado a la gestión del riesgo en salud de los usuarios.

