Alianza de ICA y Asoexport para que exportadores de café cumplan con Pacto Verde Europeo

La Unión Europea (UE) ha sido históricamente el segundo bloque más importante para las exportaciones de café de Colombia, por detrás de Estados Unidos. En 2023, estas ventas externas del grano representaron una cuarta parte del total exportado desde Colombia a este bloque, con US$705 millones, lo cual significó un 27% menos que en 2022, de acuerdo con cifras del Dane.

Para afianzar esta relación comercial, que contribuye al desarrollo de las regiones y de 552.000 familias que trabajan en el sector cafetero, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y la Asociación Nacional de Exportadores de Café (Asoexport), firmaron un memorando de entendimiento, con miras a cumplir con los protocolos de inocuidad del Pacto Verde Europeo de la UE.

“Queremos actuar de forma proactiva frente a las reglamentaciones que ha establecido la UE, en este caso la de inocuidad en el programa de ‘La Granja a la Mesa’, para asegurar la admisibilidad del café colombiano en este importante mercado. Esta alianza con el ICA es vital para hacer unos ejercicios de diagnóstico y muestreo, de la mano de Swiss Contact, junto con una fase de capacitación en buenas prácticas agrícolas, para que la UE tenga plena seguridad que el café de origen colombiano cumple con los más altos estándares de calidad e inocuidad”, indicó Gustavo Gómez, presidente de Asoexport.

Por su parte el gerente general del ICA, Juan Fernando Roa, señaló que: «junto a Asoexport, estamos trabajando con las familias rurales y con pequeños y medianos productores de café para cumplir con los protocolos de inocuidad del Pacto Verde Europeo, lo que nos permite trabajar por el medio ambiente, la seguridad alimentaria y la admisibilidad de este producto a los mercados internacionales, y así fortalecer la economía del país”.

En tanto que, Javier Díaz Molina, presidente de Analdex, aseveró que “este tipo de alianzas entre el sector público y el privado son fundamentales para que el país cumpla las exigencias de los mercados internacionales. Gracias a esto, esperamos que el café colombiano pueda crecer en sus exportaciones a un mercado clave como lo es la Unión Europea”.

El documento del memorando indica que su objetivo principal es “la promoción de acciones conjuntas encaminadas a promover la inocuidad del café colombiano y a mantener el buen nombre del sector cafetero colombiano en los mercados internacionales a partir de acciones que fortalezcan las capacidades técnicas, tecnológicas, experticia y conocimiento del sector cafetero”.

Allí se contemplan cuatro acciones específicas. La primera es apoyar los esfuerzos de capacitación y asistencia técnica en Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y Manejo Integrado de Plagas para los productores de café en Colombia, con enfoque en la inocuidad del café colombiano.

Segundo, favorecer el diseño de herramientas y modelos de asistencia técnica para los productores de café, con un enfoque en la inocuidad del café colombiano.

Tercero, respaldar el desarrollo del proyecto piloto que adelanta Asoexport, a través de la práctica de pruebas de laboratorio, a muestras de café verde, en aras de detectar trazas de Productos Químicos de Uso Agrícola (PQUA), validar su correcta aplicación en café, el respeto por los periodos de carencia y el cumplimiento de los Límites Máximos de Residuos (LMR) establecidos.

Cuarto, generar recomendaciones de política pública para la formulación de un Plan Nacional de Vigilancia y Control de Residuos Químicos en la producción de café.

Vale recordar que la UE está desarrollando lo referente al Pacto Verde Europeo, con iniciativas como la Ley Europea del Clima, la Estrategia de la U.E. sobre Biodiversidad, la Estrategia de la Granja a la Mesa, el Plan de Acción de Economía Circular, la Estrategia Forestal e Importaciones Libres de Deforestación y Propuesta de Diligencia Debida.

En el marco de la Estrategia de la Granja a la Mesa, se busca configurar un sistema alimentario sostenible y el fomento a la agricultura orgánica, para lo cual busca una reducción del 50 % del uso y el riesgo de los plaguicidas químicos y el uso de plaguicidas más peligrosos a 2030.